La producción de melanosomas contribuye a la protección parcial de la piel; sin embargo, la frecuente exposición al sol es perjudicial para la epidermis, para la producción de diferentes tipos de cáncer cutáneo, quemaduras de sol, envejecimiento acelerado de la piel, cataratas y otras enfermedades oculares.
Los estudios indican que la protección de la piel desde la infancia y adolescencia reduce considerablemente las incidencias de cáncer a la piel.
Es fundamental la fotoprotección y la educación, promoviendo actitudes positivas como campañas de protección solar con el fin de mejorar la calidad de vida.
Difundimos a continuación artículos científicos sobre el tema, que son de acceso libre a texto completo (dar clic en las imágenes).
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